Tenemos la tendencia, como con cualquier tipo de emoción desagradable, a huirle a rechazar, a evitar la frustración. Nuestros niños tampoco son ajenos a eso. Pero, ¿Tendrá la frustración una función?
Sentimos frustración cuando algo que esperamos no sale como tal. En nuestros niños es muy fácil que sientan está emoción en su cotidianidad. Cada niño responde de una forma diferente a esta emoción, unos lloran, otros gritan, otros vuelven a intentarlo, otros tiran la toalla, otros intentan pagarlo con alguien… Pero, aunque experimentar la frustración no se siente cómodo, no significa que es algo negativo. Es una emoción muy importante, que juega un papel clave en nuestra adaptación al mundo y nuestra manera de relacionarnos con los demás, lo que pasa que no es fácil de gestionar.
La función de la frustración es ayudarnos a entender que las cosas no siempre salen como queremos y eso no está mal, nos a ayuda a reflexionar cómo lo podemos hacer mejor o si quizá lo que estamos pidiendo no es alcanzable por el momento. Así que no se trata de impedir que nuestros hijos sienten la frustración sino más bien ayudarlos a transitar en ella. En BePresent te ofrecemos cuatro tips para ayudarlos.
Cuatro formas de ayudarlos a transitar la frustración:
1. Rutinariamente brindémosles momentos en que tengan que esperar. Ejemplo:
“Puedes tener tu postre en 15 minutos”
“Quiero muchísimo escuchar como te fue en tu día. Primero, necesito terminar estos correos electrónicos. Dame 20 minutos, por favor”.
“Sé que quieres saber el plan para este fin de semana. Esperemos a que tu papá llegue y nos cuente”
2. Jugar juegos de mesa que envuelvan cooperación y paciencia: Jenga, Uno, juegos de memoria
3. Como ayuda, podemos utilizar, cronómetros visibles, relojes de arena, o que ellos cuenten hasta cierto número para que vayan entendiendo el transcurrir del tiempo.
4. Gradualmente, agregar complejidad y/o nuevas responsabilidades:
“Ahora que ya te cepillas los dientes, intenta usar la seda dental”.
“Después de doblar las medias, puedes doblar las pantalonetas”
“Como ya has aprendido hacer la ensalada, la próxima vez puedes hacerla solo”
Ayudemos a nuestros hijos a familiarizarse con la frustración. Enseñémosles que la frustración es imposible de evitar pero que se puede superar. Cuando desarrollan gradualmente su tolerancia a la frustración, ¡será menos probable que se rindan cuando las cosas se ponen difíciles!